Peña Remoña
(2.247 m).
Después de la ruta de Bulnes, llegó una nueva cita con Picos, pero esta vez “fuertecilla”: Peña Remoña por los Tornos de Liordes.
Desde abajo, el panorama no se presentaba simpático. La niebla estaba muy baja, pero la experiencia nos hacía presagiar lo que luego ocurriría arriba.
Así que, sin distraimientos, nos fuimos para Los Tornos, tipi – tapa, tipi – tapa. (yo creo que cuantas más veces subes, más corto se hace). Aunque con tanta humedad, llegamos como sopas al collado. Pero allí se abrió el cielo y, como tantas veces, pudim
os ver ese paraíso, que es la Vega de Liordes, en todo su esplendor.
Un piscolabis y a seguir subiendo. Primero a la cima mayor y luego, trepando y destrepando (¡qué gozada!), hasta la cima este. Aunque las vistas de abajo nos las tuvimos que imaginar. Sin embargo, todo el circo circundante, el Macizo Occidental, con Peña Santa de Castilla inconmensurable, y los montes de Palencia y León se veían casi cercanos.
Bajamos a comer a la vega y no hay palabras para describir lo bien que se estaba allí. Pero tempus fugit y tuvimos que marchar. Decidimos que, dada la poca visibilidad, no merecía la pena volver por Pedabejo, así que, vuelta para abajo por Los Tornos. Y en un pis – pas en Fuente De. Un día inolvidable.
Desde abajo, el panorama no se presentaba simpático. La niebla estaba muy baja, pero la experiencia nos hacía presagiar lo que luego ocurriría arriba.
Así que, sin distraimientos, nos fuimos para Los Tornos, tipi – tapa, tipi – tapa. (yo creo que cuantas más veces subes, más corto se hace). Aunque con tanta humedad, llegamos como sopas al collado. Pero allí se abrió el cielo y, como tantas veces, pudim
os ver ese paraíso, que es la Vega de Liordes, en todo su esplendor.Un piscolabis y a seguir subiendo. Primero a la cima mayor y luego, trepando y destrepando (¡qué gozada!), hasta la cima este. Aunque las vistas de abajo nos las tuvimos que imaginar. Sin embargo, todo el circo circundante, el Macizo Occidental, con Peña Santa de Castilla inconmensurable, y los montes de Palencia y León se veían casi cercanos.
Bajamos a comer a la vega y no hay palabras para describir lo bien que se estaba allí. Pero tempus fugit y tuvimos que marchar. Decidimos que, dada la poca visibilidad, no merecía la pena volver por Pedabejo, así que, vuelta para abajo por Los Tornos. Y en un pis – pas en Fuente De. Un día inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.