lunes, 26 de octubre de 2015

TOLOGORRI (1.073 m) / VIRGEN DE ORDUÑA
25 de octubre de 2015


Salida: 8:00 h, Pachi Torre
            8:20 h, Baracaldo
            8:40 h Arrigorriaga
            (¡ojo al cambio de hora!)

Ruta Lendoño-Tologorri-Virgen-Orduña: 16 km.
Desnivel acumulado: 870 m
Tiempo: 4:30 h

Ruta Orduña-Virgen-Orduña: 10 km
Desnivel acumulado: 500 m
Tiempo: 3 h

                
Descarga Track Tologorri





Introducción
Esta ruta asciende a la impresionante cima del Tologorri, también llamado Iturrigorri, una de las cumbres más conocidas de la Sierra Salbada o Garobel. Para subir usaremos la ruta clásica que parte desde Lendoño de Arriba y pasa por la impresionante senda negra. Además de subir al Tologorri también llegaremos a su vecino Bedarbide.

Lugar de partida
Nos trasladaremos hasta Orduña y desde ahí hasta Lendoño de Arriba., poco antes de llegar encontraremos una senda con un cartel que señala "senda de Iturrigorri" y que enseguida se interna en un bosque de hayas.
Deberemos avanzar por la pista principal y no prestar atención a los diversos caminos que se marchan hacia los lados. A partir de cuando entremos en el hayedo el camino está señalizado por hitos de piedras. La ruta en esta parte se hace bastante dura debido al fuerte desnivel y conviene tomárselo con calma.
(45') Pasaremos junto a una gran piedra llamada Piedra del Cojo, a partir de aquí en unos 10' más saldremos del bosque de hayas por la llamada "Senda negra", un bonito camino que nos llevará colgados a media ladera junto a los paredones del Bedarbide.
(1h 5') Pasaremos la compuerta donde acaba la senda negra y habremos llegado al Portillo de la Barrerilla. A nuestra derecha (NE) queda el Tologorri y a nuestra izquierda el Bedarbide (SE),
desde allí iremos hacia el NE, dejando los cortados a nuestra derecha hasta que lleguemos a la cumbre del Tologorri, con buzón montañero y vértice geodésico (1:30h). Antes de llegar pasaremos por la fuente de Iturrigorri en la que hay un abrevadero de vacas donde podemos coger agua potable ya que baja canalizada por una manguera.
Retrocederemos hasta el Portillo de la Barrerilla y desde allí subiremos al Bedarbide, desde donde tendremos que seguir campo a través tomando siempre la referencia de ir pegados a los cortados hasta llegar al Txarlazo donde empalmaremos con la ruta que sube a la Virgen de Orduña.

Ascensión al Txarlazo (927 m) desde Orduña

Este es uno de los puntos en alto más emblemáticos de Bizkaia: el Txarlazo (927 metros). Pico centenario a medio camino entre Orduña (Bizkaia) y Villalba de Losa (Burgos), el esfuerzo bien merece la pena tanto por la subida como por las vistas que ofrece. Arriba, en lo más alto, además del tradicional buzón, espera a los montañeros el monumento de la Virgen de La Antigua, erigido en 1904. Tiene 25 metros de altura y se eleva justo en el punto donde se unen Vizcaya, Alava y Burgos.
En la zona alta de la ascensión encontraremos la Fuente de Goldetxo, Unos minutos más tarde, llegaremos a un paso entre rocas, bien señalizado con un rojizo texto que indica “Txarlazo”.

Crúzalo y llegarás a la explanada, que, como bien puedes observar, te deja a escasos 3 minutos del monumento. Comprobarás ahora que la Virgen de La Antigua no está sola: las antenas, por desgracia, le hacen compañía.

¿Pero qué me dices de las vistas? Podemos reconocer Orduña y sus barrios, y otros pueblos como Amurrio y Llodio. También podemos divisar el GorbeaEretza y demás cimas de los alrededores.

Si nos animamos aproximadamente a la media hora, tenemos a nuestra derecha el 'cabezón' del Pico del Fraile. Es un monolito de caliza descompuesta que se eleva en vertical sobre el pueblo de Tertanga. Fue escalado por primera vez por Angel Sopeña Orueta, luego presidente de la Federación Vasca. Sus paredes han caído en el olvido y ahora es muy poco visitado por los alpinistas.

Un sendero desciende hacia su base y permite bajar al valle. Es muy empinado y poco apto para personas con vértigo. Lo más cómodo es observar el paisaje desde el borde del acantilado. En los días despejados tendremos asegurada la compañía de los buitres.

Obviamente la bajada la realizamos por el mismo camino de ascenso.

miércoles, 7 de octubre de 2015

VII DÍA DEL MONTAÑISMO CÁNTABRO
4 de octubre de 2015
"Caminando por Campoo de Enmedio" :
Matamorosa - Castro Cántabro de las Rabas - Cotío - Camino de Santa Marina - Matamorosa

Marcha, comida y fiesta

Distancia: 18 km
Desnivel acumulado: 450 m
Duración: 4,50 h
Dificultad: BAJA

Salida: 7,30 h del Pachi Torre
            7,50 h en Colindres (La Alameda)
            8,10 h en Hoznayo (primera rotonda)
            8, 20 h en Gornazo (área de servicio)

Descarga TRACK 

DESCRIPCIÓN:

La ciudad de Iulióbriga (hoy se escribe Julióbriga) era uno de los enclaves romanos más importantes del norte de la península, por lo que por ella pasaba la principal calzada del norte de la península el denominado “Itinerario de Barro”, que iba desde Segisamo (Sasamón) hasta Portus Blendium (Suances), pasando por Iuliobriga. A grandes rasgos, desde Segisamo pasaba por Pisoraca (Herrera de Pisuerga), Amaya, Mave, Aguilar de Campoo, Casasola, Olea, el alto del Bardal. Después bajaba entre Cervatos y Villaescusa, para atravesar el Río Marlantes (por el Puente del Arquillo) y continuar por la base de la ladera N de Cotío (sin cruzar el Río Izarilla), hasta Bolmir y Iulobriga.

    El Itinerario de Barro continuaba hacia Portus Blendium, pero en este primer tamo no iba por donde está trazado el GR 73 Calzada de los Blendios, ya que cruzaba por las praderías de Requejo, descendiendo por una cárcava entre Cañeda y Aldueso, discurriendo después junto a ferrocarril para llegar a Lantueno y continuar junto al río hasta llegar a Pesquera, donde ya sí conectaría con los restos de la Calzada de la Tres Conchas.

   Los Romanos construyeron este camino para la penetración en terreno cántabro y facilitar su conquista, teniendo, por tanto un carácter militar. Posteriormente completaron este recorrido con enlaces entre los distintos enclaves para facilitar los intercambios comerciales. De hecho, desde Iulobriga se sabe que salieron otros 4 caminos que la unían con otros enclaves estratégicos.
   Uno de ellos, que se cruzará por varios puntos, es el que saliendo de Iulobriga pasaba junto Peña Cutral, cruzaba un collado entre los altos de Cotío y La Poza, bajaba por la vaguada de La Blanca (cerca del lugar donde estuvo el Castro Cántabro de Las Rabas) y continuaba por los llanos de Fombellida para cruzar el Puerto de Pozazal. A partir de aquí giraba a la izquierda para ir a Valderredible.
   Hacia Campoo de Suso partían dos calzadas, una iba por el centro del valle (según se mira al circo de Alto Campoo) y otra por la ladera derecha (la S del Ropero). La cuarta recorrería Campoo de Yuso siguiendo hacia Soncillo. Es una pena que, salvo algún puente, no haya llegado ningún resto de estas calzadas a nuestros días.

   Sin embargo, anteriormente a la llegada de los romanos ya existían los caminos que unían los distintos castros cántabros. De hecho, el Castro Cántabro de las Rabas, que se visitará en este recorrido, fue totalmente incendiado durante su conquista, que se efectuó desde las posiciones romanas de los altos de la Poza (1092 m), de la Mayuela (1069 m) y del Pedrón (979 m), situados al NO del castro.

   Después de su destrucción, este castro desapareció, ya que los restos encontrados corresponden al período desde principios del s III a.C. hasta el año 26 a.C. en que fue destruido. Aunque se han encontrado un par de monedas del s I d.C., la inexistencia de cualquier otro tipo de restos de esta época hace que este hallazgo sea anecdótico. Además, si los romanos hubiesen repoblado este enclave, como hicieron con otros muchos, la calzada que construyeron posteriormente la hubiesen hecho par la vaguada adyacente al castro y no por la siguiente.

En cualquier caso, este castro estaba situado en este punto (a media altura, en vez de la parte alta de un monte, como era normal) por razones económicas y no estratégicas, ya que desde él tenían un buen control del trasiego de personas y de acceso a los pastos y tierras de cultivo, que estaban en el llano donde hoy se sitúa Fombellida. Así todo tenía una importante muralla, uno de cuyos paños se puede contemplar después de las excavaciones que se han llevado a cabo en los últimos años.

Además de este tema cultural la marcha que aquí se describe tiene el objetivo del Eurorando 2016, que es la energía, tan importante hoy en día, bien sea por el aprovechamiento de la misma, como el de la generación eléctrica. Por lo que se pasará junto a dos molinos maquileros (llamados así porque el cobro se hacía en harina o grano, la maquila, que proviene de la palabra árabe makilah (medida), era el porcentaje que cobraba el molinero por moler el grano, que oscilaba entre el 8 y el 10%). Más adelante se llegará a un generador eólico experimental, en el que se aúnan el aprovechamiento de la energía eólica y la generación de energía eléctrica.

RECORRIDO

La salida se realiza desde la Plaza del Ayuntamiento de Matamorosa (855 m) para continuar por la calle Casimiro Sáinz (SO). Al finalizar ésta (500 m después) se cruza la calle Real (antigua carretera nacional) y se continúa por la calle San Miguel. Poco después de pasar junto el edificio delas antiguas escuelas y la Iglesia de San Miguel se llega a las últimas casas del pueblo, donde el camino da un quiebro para pasar por un túnel bajo la autovía y un puente y dar a una pista, donde se irá a la derecha (SO). Por este mismo lugar pasaba el Itinerario de Barro, que se seguirá durante3,6 km.

Nada más pasar por debajo del puente del ferrocarril Madrid-Santander se gira a la izquierda y se entra en un tramo asfaltado (antiguo Camino Real y Carretera Nacional). En el momento de llegar a la actual carretera Matamorosa-Cervatos se cruza ésta para seguir por un camino paralelo a ésta(derecha). Este quiebro hay que hacerlo porque esta última carretera cortó el camino romano.

Enseguida se retoma el Itinerario de Barro y se cruza el Puente del Arquillo (860 m), del que se conserva el arco romano y unas piedras del primitivo enconchado. A continuación se cruza una portilla y el camino continúa entre los prados, hasta alcanzar el margen de la autovía. Aquí se termina el trozo por donde iba la calzada romana, aunque se continúa (izquierda) por el sendero marcado como GR 73. Este camino es el de Villaescusa-Cervatos, que acaba de pasar debajo de la autovía (por la derecha).

A los 800 m de tomar este camino se pasa junto al Molino de Cervatos (871 m) sito en el Río Marlantes. Se trata de un edificio de dos plantas, siendo destinada como vivienda la mitad que no se encuentra sobre el canal. Éste tiene una amplia entrada, represando gran cantidad de agua. El molino tiene tres piedras, movidas por otras tantas turbinas hidráulicas de flujo radial, comúnmente llamadas rodetes. Una de ellas, la destinada a la molienda del trigo, utiliza una turbina Pelton, mucho más eficaz que las otras dos, que son del tipo Francis. De éstas, una se destinaba para la molienda de pienso para los animales yla otra, aunque podía moler, se empleaba para trabajos complementarios, ya que mediante unos engranajes cónicos con dientes de madera movía un árbol con cinco poleas. La primera se usaba para la máquina de cernido, donde se separaba la harina del salvado. La molienda llegaba a este dispositivo mediante una cinta de canjilones. La segunda polea movía La limpia, donde el trigo a sembrar se limpiaba de malas semillas. La tercera movía una dinamo para poder encender unas pocas bombillas. La cuarta accionaba la piedra de arena utilizada para afilar hachas, cuchillos, etc. La quinta, mediante una polea se conectaba con el piso superior, donde movía otro árbol, con el que funcionaban todas las máquinas de una carpintería (torno carpintero, esmeril, sierra de cinta, universal (cepillo, tupí, sierra de disco, taladro y espigadora)).
Como en épocas estivales no había caudal suficiente para mover todas las turbinas, a principios del s XX se instaló un motor BMW de dos tiempos, con encendido por manivela, tras introducir una mecha encendida por un orificio hasta la cámara de explosión del cilindro, para mover con él la piedra de moler el trigo, haciéndose con agua el molturado del pienso para el ganado. También tenía un sistema automático con el que sonaba un timbre cuando la presa tenía el caudal suficiente para comenzar la molienda.

Se continúa y casi a la entrada de Cervatos se encuentra una bifurcación, donde se tomará el camino de la derecha, aunque el marcado con las señales blancas y rojas sea el otro. Este camino a seguir, además de ser más cómodo que el otro, presenta una perspectiva de pueblo más bonita que el tramo del GR, saliendo prácticamente a la altura de la Colegiata de San Pedro de Cervatos (898m).

Es imposible describir en estas líneas todas las características de esta iglesia colegial, por lo que se darán unas pinceladas sobre los puntos más importantes. Pese a que la primera mención documental conocida data del año 999, es más que probable que los orígenes del Monasterio de San Pedro de Cervatos pudieran remontarse a las últimas décadas del siglo VIII o primeras del IX. Sin embargo, el grueso de la actual iglesia se acometió durante la primera mitad del siglo XII.
El templo consta de una sola nave que desemboca en un ábside semicircular estructurado al exterior en tres paños mediante contrafuertes que, a mitad del muro y a la altura de la línea de imposta, se convierten en elegantes semicolumnas rematadas en capiteles.

El ingreso principal al espacio eclesial se realiza a través de una bellísima portada abierta en el hastial meridional, presentándose ligeramente adelantada respecto al muro y protegida por un breve tejaroz. El vano adintelado de acceso aparece rematado por un soberbio tímpano que, a su vez, queda abrazado por una sucesión de seis arquivoltas de medio punto que descansan sobre columnas acodilladas rematadas en sus consiguientes capiteles figurados. Flanqueando la portada se conservan dos desiguales ventanales abiertos también mediante arcos doblados de medio punto apeados sobre columnillas rematadas en capiteles.

A los pies del templo y desviada respecto al eje se yergue la imponente torre campanario, cuya estructura, de planta ligeramente rectangular, se eleva en tres registros; un primero ciego de gran empaque, y otros dos de campanas cuyos vanos acusan un ligero apuntamiento que delata una cronología algo más tardía que el resto de la fábrica, fruto sin duda de una segunda campaña constructiva encuadrada entre los últimos años del siglo XII y las primeras décadas del XIII.
Junto a la torre, también en el muro occidental, se conserva una tercera ventana
semejante a los del muro sur, desplegando un vano de medio punto sobre columnas protegido por un guardapolvo. Bajo ella, se adivina también el perfil de una primitiva portada dovelada en la actualidad cegada.

Al cuerpo románico original le fue añadido al costado norte una pequeña estructura que en la actualidad desempeña la función de baptisterio y que oculta, al exterior, un tercer ingreso con que contaría la iglesia.

El potente ábside semicircular cubre al interior con bóveda de horno; mientras que el tramo recto que lo precede, hace lo propio mediante una solución de medio cañón. Sin embargo la nave, probablemente entre los siglos XV y XVI, vio cómo su abovedamiento original fue lamentablemente sustituido por una solución más moderna y acorde a los gustos del momento.

La característica más destacada de este templo es la colección de canecillos,
magníficamente conservada, y su particular y bastante explicita iconografía basada enescenas de carácter erótico y pecaminoso, han hecho que éste edificio haya sido conocido popularmente como “la catedral del románico erótico español”, circunstancia que le hace ser uno de los monumentos que más interés ha despertado entre especialistas así como curiosidad entre turistas y visitantes ocasionales.

Resulta imprescindible señalar que la presencia de este tipo de representaciones lujuriosas y pecaminosas en edificios religiosos, algo que parecería impensable que se permitiese en aquella época inquisitoria, tenía el fin de alertar y exhortar gráficamente al entonces iletrado feligrés de los peligros del pecado y de las tentaciones. Pero en los canecillos de Cervatos, pese a que es la sugerente temática erótica la que más atención ha despertado, las representaciones y alegorías del pecado no se limitan solamente a escenas de carácter sexual, sino que se encuentran mascarones grotescos y monstruosos, danzarinas, músicos, representaciones animalísticas de connotación negativa, etcétera. En la cornisa que sostiene el modesto tejaroz que enmarca la portada se ven, además de
varias representaciones de carácter fálico; un músico tañendo un arpa, una monstruosa figura con cuerpo humano y cabeza simiesca, otro monstruo antropófago de enormes fauces devorando una figura, un personaje que parece autolesionarse mordiéndose la mano, otro que parece taparse los ojos, varios animales de simbología demoniaca como el macho cabrío, etc.

Junto a la colegiata hay un cruce con cuatro ramales, la calle por donde se ha llegado, el GR 73 que Junto a la colegiata hay un cruce con cuatro ramales, la calle por donde se ha llegado, el GR 73 que sube junto a la entrada de la iglesia y otras dos calles. Aunque se puede ir por ambas es mejor continuar por la de la izquierda (SE), ya que tiene mejores vistas. Después de pasar junto a la última casa del pueblo se entra en un callejo entre fincas y cubierto de árboles.

Enseguida se pasa por el Barrio de La Raña, que está compuesto por dos casas, y muy pronto se alcanza el segundo molino (880 m), al que se llega después de pasar un puentecito sobre el Río Marlantes.

El pequeño Molino de La Raña, conocido entre los lugareños como “El Molinuco”, es un edificio de una planta que funcionó con rodetes que movían una piedra para triturar el cereal, aunque en un principio tuvo dos, pero por poco tiempo. Este molino estuvo ligado al anterior, ya que sus propietarios eran los mismos. Unos años antes de la guerra civil, dejó de funcionar, aunque tuvo que trabajar de nuevo después de la contienda, a causa de los problemas de abastecimiento de gasóleo que necesitaba el otro molino, con el fin de no disminuir la producción.

Se deja este bucólico lugar y se sale a la carretera nacional, continuando a la derecha (SE). Enseguida se pasa por el Barrio de Sopeña (890 m), donde el río ha excavado la estrecha Garganta de Sopeña. Se continúa por el asfalto durante 1 km, hasta sobrepasar el segundo depósito de la sal, momento en que se tomará un camino que sube por una canaluca, alcanzando enseguida una llanada con tierras y prados, que se cruzará (NE) hasta llegar a un paso bajo la vía.

En este pasadizo hay una portilla, que hay que abrir y volver a cerrar, después de lo cual se vira a la derecha (SE) tomando una senda que discurre paralela a línea férrea. Poco a poco se va separando de ésta y accede a la parte inferior (946 m) del Castro Cántabro de Las Rabas.

Lo primero que se ve son unas excavaciones que correspondían a una casa construida extramuros y un paño de la muralla, denominadas Cata Poblado. Después de pasados estos restos se girará a la izquierda, para subir (N) a la loma, donde estaba la parte alta del castro (986 m). Se recorrerá la llanada (NO) pasando junto a otra de las excavaciones, en la que se aprecian los cimientos de la muralla de la zona superior. En este punto se cree que estaba la entrada natural al castro, porque se aprecia un antiguo camino que cruzaba la edificación y bajaba en dirección a la Cata Poblado.

El camino de entrada a este castro era por la vaguada que se encuentra adyacente por el NE. Además, utilizaban esta vaguada como escombrera, especialmente en la cabecera, ya que se han encontrado multitud de fragmentos de cerámica y cenizas.

Se sigue hacia el NO, para cruzar la vaguada de entrada por su cabecera y continuar al N girando lentamente al NE, hasta alcanzar la pista que sube al generador eólico a la altitud de 1021 m, junto a un cerrado para marcar y cargar el ganado. Se continúa subiendo suavemente por la izquierda. Pronto se entra en un bosque, Monte de la Matía, de robles hayas y quejigos, en cuyo tramo la pendiente aumenta ligeramente.

Más adelante la pista da una amplia curva, a la vez que llanea. Aunque la pista desemboca directamente en el generador eólico, conviene salirse de la pista y seguir recto, paralelo a laalambrada, para llegar al Alto de Cotío (1162 m), desde el cual se tienen unas espectaculares vistas del embalse del Ebro y su entorno (N) y del Monte Matanzas (1284 m) y el puerto de Pozazal (S). Al O se tiene una preciosa vista de todas las cumbres del Circo de Alto Campoo.

Se continúan otros 700 m hasta llegar al Generador Eólico de Vestas (1154 m). Este aerogenerador es el mayor de España entre los terrestres, sólo sobrepasado por los eólicos marinos. Se trata del Vestas V112-3,0 MW, de 3000 kW de potencia nominal (velocidad del viento 43 km/h) y una utilización entre 10 y 90 km/h de velocidad del viento. La regulación de la potencia se hace mediante el paso variable de las palas, que tienen una longitud de 54,6 m, lo que hace que el diámetro del rotor sea de 112 m (al sumarle el diámetro del buje). La torre es de acero tubular con una altura al buje de 94 m, con lo que la altura máxima sobre la cota cero es de 150 m. La velocidad de rotación también es variable, lo que permite un mejor aprovechamiento de la fuerza del viento.

A continuación se va hacia la alambrada (en uno de los tramos cercanos se pueden desatar los alambres, para pasar) se toma el camino que está justo al otro lado de la misma siguiendo en la dirección opuesta a la de subida. En este punto se toma, por un corto trecho el GR 99 y, junto a unas piedras, hay un panel en el que se indican los picos y lugares que se divisan desde este punto.

Se deja inmediatamente el Camino Natural del Ebro y se continúa por el Camino de Santa Marina, que discurre paralelo a la alambrada. Este camino se llama así, porque es el que seguían los moradores de Matamorosa para ir de peregrinaje al Monasterio de Montesclaros y también al pueblo de Arroyo.

Se comienza la bajada y al llegar a los árboles del Monte de la Matía, el camino se desvía a la derecha y, enseguida, se llega a una bifurcación, donde si irá a la izquierda (SO) para entrar en el bosque. Al momento se pasa junto a Peña Cutral (1085 m), una enorme roca que queda a la derecha.

Un poco más adelante hay que rodear un poco para librar un árbol que el viento ha cruzado en el camino y enseguida se llega de nuevo junto a la alambrada, justo en el Collado de Peña Cutral (1052 m). En este punto se cruza la calzada romana que iba desde Iulobriga al Puerto de Pozazal. No está muy visible, pero unos 150 m más abajo (S) se pueden ver unos 50 m en los que aún se conserva la caja de la calzada y alguna piedra.

Se siguen otros 180 m por el camino y éste da un quiebro a la izquierda, cruzando la alambrada por una portilla para seguir por la pista a la derecha. En este tramo se deja a la izquierda el Alto de la Poza (1092 m). En su cima, se han identificado dos grandes campamentos rectangulares superpuestos, con esquinas redondeadas, delimitados por terraplenes y, puntualmente, por fosos de poca profundidad. Las puertas de acceso son del tipo conocido como clavícula interna, característico de este tipo de estructuras. Los campamentos fueron ocupados en diferentes ocasiones por el ejército romano, en el período que va de las Guerras Cántabras (26-19 a.C.) al reinado del emperador Tiberio (14-37 d.C.). Entre los cometidos de las tropas aquí acampadas debió de estar la toma del castro de Las Rabas y el control de las comunicaciones con el norte de Cantabria.

Durante 800 m se camina con el bosque a la derecha (primero hayas y robles, para cambiar a pinos al final de este tramo) y el Alto de la Poza a la izquierda, por lo que las vistas son escasas. Al final de este trecho se llega a un cruce, donde se continuará (después de pasar otra portilla) por el ramal de la derecha (N) entre árboles a ambos lados. Unos 320 m después se encuentra otra bifurcación siguiendo por la izquierda alcanzando 620 después el Alto de La Rasa (1057 m) y 40 m después el repetidor de TV, donde merece la pena detenerse un rato para contemplar unas magníficas vistas de Reinosa y Campoo de Suso, así como el circo montañoso de Alto Campoo (esta perspectiva se tendrá durante toda la bajada).

El camino comienza la bajada con una curva a la izquierda y otra cerrada a la derecha, a partir de la cual aumenta la pendiente. Desechando las salidas que se encuentren a derecha e izquierda, se continúa por la pista principal, para, después de 1,8 km de bajada, llegar a la pista junto a la autovía, donde se irá a la izquierda, para conectar de nuevo con el GR 73, momento en que se pasa el puente y el túnel por debajo de la autovía, para volver el punto de partida por el mismo camino de la salida.

Matamorosa es el núcleo de población más importante de la Merindad de Campoo, después de la ciudad de Reinosa; en este pueblo reside el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio y el Colegio Público de Casimiro Sainz, en el que se lleva a cabo la concentración escolar del municipio. El pueblo se levanta en una ligera terraza formada por la acumulación de materiales de aluvión arrastrados por la cuenca de los ríos Híjar e Izarilla.

En su trazado urbanístico se diferencian muy claramente dos zonas que se corresponden con dos épocas bien distintas. La puebla vieja que está situada en el extremo sur del pueblo, casi como un barrio independiente con aspecto marcadamente rural que tan solo se diferencia de otros pueblos del entorno porque desde mediados del siglo XVIII creció un poco por su parte oeste, a la vera del Camino Real, durante el reinado de Fernando VI.

Casi todo el patrimonio arquitectónico de Matamorosa se encuentra en este barrio y en sumayoría procede de aquella centuria. Se recuerda el paso del Camino Real en la alineación de casas, muchas de ellas con portalada, que hay a ambos lados de la Calle Real. También la Iglesia de San Miguel se reformó casi por entero en el año 1778, inspirada en la iglesia de San Sebastián de Reinosa, quedando de su antigua fábrica la portada abocinada y parte del muro sur en que se mantienen recuerdos de un románico retardado, que bien podría datar del siglo XIII o incluso del XIV.

Del siglo XVIII es la casa del Curtido, en la que se mezcla la tradición constructiva de la casona campurriana con elementos del barroco civil montañés, como la amplia solana entre muros cortafuegos y la ventana que mira a la Plaza del Curtido, enmarcada por una decoración de pilastras cajeadas, entablamentos, casetones y ménsulas, que no es muy usual por esta zona. En este barrio aún se conserva, en buen estado, el edificio donde estuvo ubicada la antigua escuela, construida en la segunda mitad del siglo XIX.

Agradecimiento: A Arsenio Rodríguez Balbás, por habernos dado a conocer los antiguos caminos y habernos proporcionado datos de las instalaciones harineras.
                                                                                                                                                                                                                              El Equipo de Senderos
                                                                                                                                                                                                                                                15-09-2015
Literatura consultada para texto y fotos
1. Historia Social y Económica de Cantabria. Miguel Ángel Fraile López
2. Castro de Las Rabas (Cervatos, Campoo de Enmedio). Mariano Luis Serna Gancedo, Antxoka
Martínez Velasco Virgilio Fernández Acebo
3. http://www.campoodeenmedio.org/turismo/ampliar.php?Id_contenido=3005&v=0
4. Campoo de Enmedio. Florencio Casuso y Jesús Allende. Editado por el Ayuntamiento de Campoo
de Enmedio.

5. http://www.arteguias.com/catedral/colegiatacervatos.htm
    -