domingo, 18 de septiembre de 2016

PEÑA REDONDA (1.995 m) /
LA TEJEDA DE TOSANDE
17 de septiembre de 2016


PEÑA REDONDA(1.995 m)
Desnivel: 845 m
Duración: 5.30 h
Dificultad: MEDIA





TEJEDA DE TOSANDE
Desnivel: 410 m
Duración: 4,30 h
Distancia: 10,5 km
Dificultad: MEDIA - BAJA



Salida: 6,30 h del Pachi Torre
             6,50 h en Colindres,
             7,00 h en Hoznayo


Peña Redonda
 Si hablamos de Montaña Palentina, nos vienen a la cabeza las grandes cumbres: Peña Prieta (2.539 m), Curavacas (2.524 m) y Espigüete (2.451 m). Sin embargo, sin llegar por poco a los 2.000 m, encontramos otra montaña que destaca notablemente. Se trata de Peña Redonda (1.995 m), cima mayor de la Sierra de la Peña.

A Peña Redonda podemos acceder tanto por la vertiente sur como por la norte. Nosotros hemos elegido la zona norte por ser notablemente más bonita, paisajisticamente hablando.

Partiremos de Rebanal de las Llantas, pequeño pueblo donde termina la carretera. Cruzaremos el puente para tomar una pista, el "Camino del Pozuco", paralelo al Arroyo Valdecillo. Se va ganando buena altura, cubiertos por la sombra de los robles.

Llegaremos, por fin, a una zona llana y depejada, donde encontramos una majada, El Corral de la Espina, con un cercado y una cabaña abierta. Desde aquí, volviendo la vista hacia atrás, podremos admirar la mole del Curavacas. Un poco más adelante, encontraremos un abrevadero, que nos servira para reponer agua.

Entre la opción de cumbrear o "atajar" por el hayedo, elegimos la segunda, tanto porque es más rápida como por la sombra en caso de mucho calor. A ello hay que añadir la belleza del bosque y que, en la zona alta, encontraremos hermosos ejemplares de tejos.

Llegados a un punto, podremos asomarnos a un mirador natural, desde el que podremos admirar los hermoso hayedos otoñados, hacia la zona de Brañosera y San Martín de los Herreros. Así como los roquedos que circundan los barrancos.
Con un poco de suerte, puede que oigamos la berrea de los venados.

Al llegar al cauce de un regato seco, daremos un giro de 90 grados, comenzando un ascenso progresivo por el bosque hasta llegar a un pequeño claro, desde el que ya veremos Peña Redonda.

Continuaremos un poco más por el bosque y enseguida salimos al claro. Comienza el terreno calizo. Primero, subiremos "a derecho" y, luego, trazaremos una diagonal para llega a cumbre justo detrás de la cruz. Se trata de una cruz de 14 m, a la que se realiza una romería el primer domingo de agosto.

Además de la cruz, en la cumbre, hayamos un oratorio y el vérice geodésico en un extremo. Si el tiempo lo permite, las vistas son impresionantes: hacia el norte, las moles principales de la Montaña Palentina, Peña Sagra, Alto Campoo, Lezna, Bistruey...Hacia el sur, sin embargo, nos topamos con las llanuras de la Cuenca del Duero.

De cima iniciaremos el descenso hacia la salida de Burrián. El camino no está muy marcado. Pasaremos por el collado entre el Pico de Burrián y el Alto homónimo. Llegamos a un balcón sobre la Majada de las Hoyas y habremos de descender por una empinada ladera. Continuaremos por el Hoyo Serna e iremos girando hasta llegar a la cabecera del Valle de Tosande.

Seguiremos la senda, atravesando el valle. Toparemos con un abrevadero con poco agua. Continuaremos por el valle hasta llegar a la entrada a la Tejeda de Tosande. Según como andemos de tiempo, se podrá subir a verlo o no.

El final de la ruta se corresponde con la ruta de la Tejeda de Tosande.

La Tejeda de Tosande
Partiremos del aparcamiento habilitado al efecto. Junto a él, hay un jardín interpretativo, que, al finalizar, podremos visitar.
La ruta está marcada. Tomaremos la pista, que desciende para pasar por debajo de la vía del tren. Encontraremos el arroyo Tosande, junto al que proseguiremos el camino.
Atravesaremos una pequeña garganta rocosa, que parece la entrada custodiada de el bosque, que nos espera detrás. Casi todo el camino lo haremos con buena sombra. Primero, dominará la encina, luego el roble y, finalmente, el haya.

Al salir al claro, se abrirá ante nosotros el hermoso Valle de Tosande. Sin embargo, unas estacas a nuestra izquierda nos indicarán que hemos de girar hacia un hayedo, donde se encuentran los tejos milenarios.

Para preservar el bosque, se ha habilitado un camino protegido por maderos, con peldaños donde es necesario. Dicho camino nos guiará por el bosque. No se debe salir de él. Habrá alguna bifurcación, pero solo es para hacer un recorrido circular. El ascenso  finaliza en un mirador. Desde él se tienen unas vistas estupendas  del Curavacas, Peña Sagra y Alto Campoo.


Se puede descender desde el mirador, haciendo circular la ruta. Nosostros recomendamos bajar por el mismo lugar y, al llegar al valle, recorrerlo hasta el fondo y regresar, recorriendolo entero, hasta el aparcamiento. En medio del valle encontraremos un abrevadero.

lunes, 12 de septiembre de 2016

MACIZO ORIENTAL
3 de septiembre de 2016
Morra de Lechugales (2.444 m)
La Rasa de la Inagotable (2.284 m)
MORRA DE LECHUGALES (2.444 m) y 
SILLA DE CABALLO CIMERO (2.436 m)//

RASA DE LA INAGOTABLE (2.284 m)

Salida: 6,30 h del Pachi Torre
             6,50 h en Colindres,
             7,00 h en Hoznayo

Desde: Jito de Escarandi

Desnivel: 1.154 m // 994 m
Duración apox.: 7 h // 6 h
Dificultad: MEDIA ALTA (trepada final opcional) // MEDIA

Descripción:
La Morra de Lechugales (2.444 m) es la cumbre más alta del Macizo Oriental de Los Picos de Europa, llamado también de Ándara. Este macizo lo podemos admirar espléndido desde el Valle de Camaleño, donde sus paredes se alzan como gigantes. La más llamativa es, precisamente, La Morra de Lechugales, que destaca por su característa morra. Próxima a ella, su vecina La Silla de Caballo Cimero (2.436 m).

Sin embargo, nosotros accederemos por Jito de Escarandi (1.291 m), collado de paso entre Sotres y Tresviso. Tomaremos la pista que, poco a poco (1 h aprox.), nos llevará hasta la zona de las antiguas minas, donde se encuentra el refugio del Casetón de Ándara (1.725 m). Superado el refugio, llegaremos a una explanada desde donde, hacia la derecha, se accede al "Lago de Ándara".

Continuando hacia arriba, llegaremos al Collado de La Aldea (1.760 m). Sobre nosotros, El Castillo del Grajal (2.046 m). Lo bordearemos para continuar la ascensión hasta el Collado del Mojón (2.208 m), a los pies de La Rasa de la Inagotable (2.284 m). Para acceder a su cumbre solo nos resta recorrer una tendida ladera. Desde ella, las vistas hacia el Valle de Camaleño y las otras cimas son espectaculares.                                                            
Para continuar hacia el último destino de la ruta, tenemos dos opciones: o bien salvar los Grajales por debajo, bordeando el Hoyo del Evangelista. O bien, ascendiendo por los Grajales (2.248 y 2.348 m) y, luego, bordear el Hoyo del Evangelista. Con esta opción no se pierde altura como con la otra.

Se continua por debajo de las Picas del Jierru hasta el collado (2.389 m), que da acceso a la Silla de Caballo Cimero (2.436 m). Para acceder a este pico, si no se quiere hacer La Morra, debemos atravesar una cresta, sobre la Canal de Lechugales, no muy recomendable si se sufre de vértigo. Tiene algún paso (I), pero es apta para la mayoría.
Una pequeña subida nos lleva hasta la cumbre (2.436 m). El regreso se hace por el mismo camino hasta el collado.

Para llegar hasta La Morra de Lechugales, aún debemos ascender algo más y recorrer una senda por zonas vertiginosas. Algún paso se abre directamente sobre el Valle de Camaleño. Finalmente, se llega a una explanada, donde se encuentra la famosa morra que da nombre al pico. Ahora nos queda la prueba final: se trata de una trepada (III-)

de unos tres metros de altura.
Tiene buenos agarres y no suele hacer falta cuerda. Pero nunca está de más llevar algún tipo de aseguramiento. Tras hacer cumbre, el destrepe también ofrece buenos apoyos.

 Se regresa hasta el collado y, quien quiera, hace la Silla de Caballo Cimero. El regreso, en principio, lo haremos por el mismo camino.




domingo, 4 de septiembre de 2016

PIRINEOS 2016
    Aneto (3.404 m) 13 de agosto de 2016

    VÍDEO de Óscar Durán Sánchez