LAS VAGUADAS DE MOROSO Y COTURÍAS
Travesía Bostronizo - Somahoz
Para variar, amaneció un domingo más, lluvioso. Pero, al mal tiempo, buena cara.
Empezamos la andadura en Bostronizo, descendiendo poco a poco a la Vaguada de Moroso. El bosque en plenitud otoñal, más bonito, si cabe, con la lluvia y el viento.
Al llegar al arroyo Rucao, lo que el domingo anterior habíamos contemplado como una tranquila cascada se había convertido en un desparrame de agua desbordada y turbia.
Llegamos a la ermita de San Román y nos pareció que el tiempo regresaba siglos atrás y no éramos más que peregrinos en busca de refugio.
Subimos al collado del monte Brazo a cobijarnos en el estupendo refugio que los compañeros del grupo Orza tienen allí. En esta ocasión, no había nadie, pues andaban de ruta por tierras burgalesas. Allí nos entonamos con los caldos que Esther, Félix y Maso nos habían preparado.
Y, por desgracia, tuvimos que desestir de hacer la segunda parte de la ruta, bajando por el bosque hasta el arroyo Coturías, que estaría, sin duda, desbordado.
Decidimos seguir por la pista hacia Somahoz. Pero, eso si, primero atravesamos embelesados el bosque .
Como terminamos la ruta antes de tiempo, nos fuimos a comer unas rabas, que bien nos lo merecíamos.
