17 de septiembre de 2017
Pejanda


El Cornón (2.047m)
Distancia: 19,5 km
Desnivel: 1.014 m (1.144 acumulado)
Duración: 5,30 h
Dificultad: MEDIA-M. ALTA (cumbre)
BERREA
Distancia: 9 km
Desnivel: 475 m
Duración: 4 - 5 h
Dificultad: MEDIA BAJA
Salida: 6,30 h, Pachi Torre
6,50 h, Colindres
7,00 h, Hoznayo
Junto a la iglesia, parte una pista, que seguiremos. En seguida, se
deja las casas y se puede disfrutar de las hermosas vistas de las
montañas de Alto Campoo, destacando cercana Peña Labra.
La ruta transcurre toda por pista,
atravesando unas veces bosques y otras descampados, que nos permiten ver el paisaje: las masas boscosas y los
pequeños pueblos de la zona alta de Polaciones.
Enseguida podremos admirar la majestuosa imagen de las cumbres de
Peña Sagra y, a medida que vamos ganado altura, podremos ver las cimas de la Montaña Palentina, destacando la mole del Curavacas y Peña Prieta.
Llegados
a un cruce (1.503 m), donde se ven marcas rojas y blancas del GR 71,
continuaremos por la derecha. Se trata de la zona más alta de la ruta.
Posiblemente ya habremos estado escuchando la berrea desde el mismo
pueblo de San Mamés, pero esta zona, plagada de regatos, es el lugar más
apropiado para escuchar los bramidos de los venados y, con un poco de
suerte, podremos verlos también.
Continuaremos, iniciando el descenso hacia el pueblo. Merecerá la pena recorrer sus callejas y saborear su autenticidad.
Ruta larga, El Cornón: Los primeros cuatro kilómetros coinciden con la ruta anterior. Al llega al cruce (1.503 m), sin embargo, se continuará por la izquierda. Se va ganando altura con estupendas vistas a los Picos de Europa. La última parte de la pista es un largo zij-zaj. Llegamos a un espléndido mirador, donde hay un cartel informativo de las cimas más próximas.
Desestimamos otras opciones más complicadas y seguimos la senda que llega hasta una pradera cubierta de grandes bloques de conglomerado. Tomamos una
senda a la derecha que, paulativamente, va ganando altura. En un punto dado, giraremos hacia las rocas de la zona superior. Nos deslumbrará el diente gigante que forma la cima del Cornón en su vertiente sur.
Atravesaremos
los enormes bloques, siguiendo los jitos. Algunas rocas presentan
formas caprichosas. Llegaremos a un tenue sendero que nos guiará hasta
la chimenea, por la que subiremos a la zona de cumbre. Será necesario
usar las manos para poder trepar pero no
es expuesto. Para algunos, por vértigo, o, si estuviera mojado, llegar hasta ahí será suficiente. Si no es el caso, recorreremos las rocas de conglomerado hasta llegar al buzón.
El regreso lo haremos por donde se ha venido y se bajará por el mismo recorrido que la ruta corta. Seguramente, podremos escuchar la berrea y, con suerte, veremos venados en su hábitat natural.
La ruta transcurre toda por pista,
atravesando unas veces bosques y otras descampados, que nos permiten ver el paisaje: las masas boscosas y los

Enseguida podremos admirar la majestuosa imagen de las cumbres de
Peña Sagra y, a medida que vamos ganado altura, podremos ver las cimas de la Montaña Palentina, destacando la mole del Curavacas y Peña Prieta.

Continuaremos, iniciando el descenso hacia el pueblo. Merecerá la pena recorrer sus callejas y saborear su autenticidad.
Ruta larga, El Cornón: Los primeros cuatro kilómetros coinciden con la ruta anterior. Al llega al cruce (1.503 m), sin embargo, se continuará por la izquierda. Se va ganando altura con estupendas vistas a los Picos de Europa. La última parte de la pista es un largo zij-zaj. Llegamos a un espléndido mirador, donde hay un cartel informativo de las cimas más próximas.
Desestimamos otras opciones más complicadas y seguimos la senda que llega hasta una pradera cubierta de grandes bloques de conglomerado. Tomamos una
senda a la derecha que, paulativamente, va ganando altura. En un punto dado, giraremos hacia las rocas de la zona superior. Nos deslumbrará el diente gigante que forma la cima del Cornón en su vertiente sur.

es expuesto. Para algunos, por vértigo, o, si estuviera mojado, llegar hasta ahí será suficiente. Si no es el caso, recorreremos las rocas de conglomerado hasta llegar al buzón.
El regreso lo haremos por donde se ha venido y se bajará por el mismo recorrido que la ruta corta. Seguramente, podremos escuchar la berrea y, con suerte, veremos venados en su hábitat natural.