domingo, 18 de noviembre de 2018

LA MESA DE OÑA (1.204 m)
18 de noviembre de 2018

Opción A:
Distancia: 18 km
Desnivel: 625 m
Duración: 5 h
Dificultad: MEDIA / MEDIA BAJA
Opción B:
Distancia: 15 km
Desnivel: 512 m
Duración: 4,15 h
Dificultad; MEDIA BAJA
Opción C; Visita a Oña
Salida: 8:00 h, Pachi Torre. 
            8:20 h, Colindres.


Recorrido: La Sierra de Oña constituye la parte más meridional de los Montes Obarenes, situada sobre las tierras de la Bureba. 
La ruta comienza en el aparcamiento (580 m). Se cruza el Río Oca por un puente peatonal, se atraviesa la N-232 y se sube hacia la parte monumental de Oña. Se coge la calle de la derecha, por la que se seguirá de frente hasta llegar al muro de piedra del Monasterio de San Salvador. El camino se separa de la muralla para salvar una vaguada, volviéndose a
juntar a ella un poco más arriba. Al principio tiene un pequeño repecho que se suaviza hasta pasar un regato e inmediatamente comenzar un fuerte ascenso. Pronto se llega a un zigzag, donde se encuentra un cruce de pistas. 

Más arriba, se llega a una salida de la pista (830 m) (izquierda, O-NO), donde se tomará este ramal, en el que el ascenso se dulcifica. El camino discurre entre amplios zigzags, subiendo por un terreno para alcanzar el Corral del Prado (1058 m), donde se conecta con el Camino de la Sierra. Aquí se seguirá por el ramal de la izquierda (SE), que después de una bajada, para salvar una amplia vaguada, sube a un collado (1096 m), formado por la Mesa de Oña (SO) y Los Cuchillos (NE).

Al llegar al collado, la pista sigue de frente, pero es necesario dejarla (saliéndose de las marcas del PR) para tomar un camino que sale a la derecha (S), que al principio llanea para después acometer directamente la subida a la Mesa de Oña (1208 m), también llamada Mesa del Abad. El camino a seguir, aunque hay un pequeño sendero, trata de ir sorteando la abundante vegetación, compuesta en su mayor parte por arbustos de boj.

La parte superior de esta meseta es muy plana, para poder contemplar unas bonitas vistas hay que seguir hasta el extremo O. En este lado de la Mesa de Oña la ladera está formada por unos fuertes cortados, que caen hacia el Valle de la Bureba. Esta forma que tiene desde
este valle es la que le ha dado el nombre de “mesa”. Encontraremos dos buzones muy peculiares, una vieja olla a presión y una especie de refugio.

Se vuelve por el mismo sendero, hasta llegar al Camino de la
Sierra, que se había dejado en el último collado. Una vez aquí se irá a la derecha (E-NE)
(continuando de nuevo por las marcas del PR) y empezar un corto tramo de subida por la ladera OSO del Pico Cuchillos (1200 m). hasta las cabañas del Chozo de las Merinas (1119 m), donde comienza una amplia depresión, conocida como La Laguna (1101 m)
.
Se continúa por la alambrada hasta el final de la misma, donde se virará hacia el NE (izquierda) yendo un trecho por el campo hasta coger el Portillo del Mercado (1100 m)  donde se toma un camino que lleva a Penches. Inmediatamente se entra en un frondoso
hayedo.

Al llegar a la altitud de 920 m se encuentra un cruce de pistas. Por el de la derecha se puede llegar a la Cueva de Penches, que se descubrió en 1915 y tiene una representación de cinco cabras, cuatro grabadas y una pintada y grabada, cuya datación se considera entre el Magdaleniense Medio y el Paleolítico Superior. Sin embargo, se seguirá por el Camino de la Barranca (izquierda, O-NO) y dejando de nuevo el trazado del PR. Al principio se sube ligeramente y después se llanea hasta llegar a la Colladina de la Fuente Fuentecillas (911 m).
Desde aquí comienza la bajada, con un amplio zigzag al principio, ladeando a continuación para llegar al Camino de la Gargantilla. Siguiendo de frente, enseguida se llega al punto en que se había dejado este camino para subir al Corral del Prado y, con ello, se vuelve al trazado del PR. Desde aquí se llega a Oña por el camino que se había traído desde el principio.

La Villa de Oña con su Judería, la Iglesia de San Salvador, la Iglesia y Torre de San Juan. su arquitectura popular, rememora uno de los pasados históricos más gloriosos de Castilla.
En esta villa, bañada por el río Oca, está ubicado el monasterio de San Salvador de Oña,
una de las más importantes abadías españolas. Fundado en el año 1011 por el conde Sancho
García (dicen que para el retiro de su hija Tigridia), llegó a ser el convento más poderoso de toda Castilla, estando bajo su protección más de 200 villas desde el Mar Cantábrico hasta el Arlanzón y desde el Pisuerga hasta las provincias de Zaragoza y Huesca. Los reyes le concedieron mucho poder, tanto en materia fiscal y judicial, como militar. Como curiosidad, la tradición señala que los Pasiegos eran, en origen, pastores del monasterio de Oña.

Hoy en día, solamente quedan vestigios arquitectónicos de ese poder civil-eclesiástico.

Llama la atención las enormes tapias de piedra que delimitan el monasterio. En su interior, reposan los restos del conde Sancho García y su familia, así como los reyes Sancho II de Castilla y Sancho II de Navarra.
Su fachada exterior es neoclásica.

En el núcleo urbano destacan las estrechas vías medievales, especialmente la calle Barruso, 
donde se ubicó la antigua judería. Por último destacar también la iglesia parroquial de SanJuan, con su portada gótica y su torre de origen románico.

                                                                                                   Javier Tezanos
                                                                                                   2-11-2017

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